La sociedad vive un franco proceso de digitalización para el cual los venezolanos debemos estar preparados y cocrear desde ahora una nueva realidad a partir de lo digital.

En tiempos recientes, lo religioso ocupaba gran parte del tiempo de las personas en su cotidianidad, marcando desde la decoración de sus casas hasta sus hábitos desde antes y después de levantarse.

Hoy en día lo digital está sustituyendo a las religiones creando hábitos, agendas y alterando la percepción de la realidad desde su práctica a través de los diferentes dispositivos utilizados para conectarse en internet.

Lo digital en internet nos permite, a todos, estar conectados a la misma entidad disponible en todas partes, tiene la capacidad de dar respuesta a nuestras peticiones y ayudarnos a resolver problemas, “es libre e ilimitado”. Lo digital en internet nos conoce más de lo que creemos, nos puede mostrar el camino a seguir, nos genera bienestar y niveles de dependencia que pueden llegar a ser enfermizos. A través de lo digital hemos dado saltos evolutivos y seguiremos dándolos mientras tengamos planeta, ciencia y tecnología.

Lo digital tiene el potencial de desplazar el espacio psico emocional que significó la religión católica para la sociedad desde tiempos de la colonia. A través de lo digital se pueden establecer vínculos emotivos con entidades que ofrecen soluciones a determinadas necesidades. – Así como san Onofre mueve las energías para que los fieles consigan empleo, mercadolibre hace lo suyo para que se resuelvan mientras tanto -.

Con la tecnología actual, lo digital es una herramienta de control que cualquier grupo organizado con los recursos y un buen plan de marketing puede ejercer sobre la sociedad venezolana entera. Nos referimos a operaciones que van directo a la mente de los individuos para causar reacciones.

Quedará en manos de los gobiernos, establecer la medida en la que entidades digitales presten sus servicios en el territorio.

El tiempo constituyente es propicio para comenzar a construir opciones soberanas que brinden soluciones a las necesidades digitales de los venezolanos para no vernos obligarnos a elegir entre quedar aislados del desarrollo digital o asumir un estado creciente de dependencia digital.

Por lo general, lo espiritual y lo digital han quedado rezagados en el análisis de las coyunturas dentro de categorías culturales, antropológicas y tecnológicas de los estudios. Necesitamos nuevas lecturas y un nuevo orden de pensamiento para plantear una nueva realidad desde el espíritu digital disponible para todos en internet.