Avanzamos indeteniblemente hacia una realidad controlada desde lo digital, donde inteligencias artificiales gestionarán los equilibrios entre los recursos y las aspiraciones, siguiendo el modelo salvaje por orden de llegada donde el que tiene más es el que llega primero, con el que han logrado lo establecido en la actualidad.

Tenemos y seguiremos teniendo, cada vez de manera más acelerada, avances desde lo digital disponible para cada vez menos número de personas o en una proporción inversa, a costo de la privacidad. Pensemos en quiénes pudieran pagar por gmail si google decide cobrar por sus servicios en dólares.

El gobierno en su tarea de eliminar las diferencias socio económicas impuestas por el sistema dominante, tiene la responsabilidad de garantizar a los venezolanos una interfaz de acceso al entorno digital en internet y cubrir necesidades digitales imprescindibles para el pleno desenvolvimiento de los venezolanos en el mundo interconectado.

Así como cantv nos permite tener acceso a internet, así como desde orinokia, vit, vetelca construyen los dispositivos para conectarnos, el estado debe garantizar una puerta de acceso a servicios seguros, soberanos que cubran necesidades de comunicación, mensajería directa, almacenamiento en la nube, socialización, organización, planificación, geolocalización y sincronización a todos los venezolanos en el territorio nacional. Servicios que se convertirán en imprescindibles para el normal desenvolvimiento de la vida socio productiva dentro de poco tiempo. Servicios que hoy en día son prestados por empresas privadas extranjeras a la orden de la élite globalista.

Para atender la tarea es necesario elaborar una visión amplia y soberana que abarque todo el concepto de la realidad desde un enfoque que aventaje a los servicios establecidos. Una visión aferrada al territorio y a lo local, contrapuesta a la visión globalista y así aprovechar el potencial para vincular lo nacional, lo ecológico, lo cultural con lo digital y construir a partir de allí una nueva escala de valores en una nueva realidad.

El territorio nacional puede ser experimentado desde un dispositivo conectado a internet como un entorno empoderador, capaz de potenciar las capacidades de quien lo experimenta, ofreciéndole utilidades que aumentan sus posibilidades reales de actuación en el entorno, asistido por una inteligencia digital local que aprende de la actividad de los individuos, a través de una interfaz única, soportada por el gobierno como estrategia para la transferencia del poder a las personas.